UN MUNDO IMPERFECTO
Buenos días:
Hemos acabado la primera fase de la búsqueda de candidatos para las listas abiertas ciudadanas.
Como indicamos, no hemos incluido:
- perfiles que contenían errores en sus biografías.
- perfiles cuyo correo asociado no fuese el correo directo de la persona propuesta.
- perfiles enviados fuera de los cauces previstos.
- perfiles que no contenían vídeo, fotos, bíos reales, donde las biografías propuestas no sirvieran para deducir las competencias de la persona propuesta o cuyo contenido no fuera totalmente público.
- perfiles de personas que pertenecen a partidos o que han anunciado su candidatura en otros marcos.
- perfiles de personas que, tras recibir el correo que les comunicaba que alguien les había propuesto, han pedido que no se les incluyera o que se les quitara.
- las bromas de mal gusto o la información fuera de contexto.
Y sí, como en todo proceso inédito, se ha armado un buen revuelo que va a seguir, ya que estamos solo al principio.
Sí, esto es un proceso que quiere entre otras cosas mostrar cómo se utilizan palabras sin estudiar a fondo las consecuencias de las mismas, palabras como Democracia o Listas Abiertas.
Es un proceso que plantea que es posible no renunciar a ellas si estamos dispuestos a enfrentarnos a cosas radicalmente nuevas, si somos capaces de saber de antemano que nada es «así-de-bonito» porque sí y que necesitamos prepararlo con rigor considerando previamente los pros, contras y contextos de toda innovación.
Sin duda en la primera fase no hemos satisfecho a quienes querían ver una lista a la vieja usanza, solo conformada por gente que piensa igual, bien alineada ideológicamente y donde nada chirriara, fuese inapropriado o el resultado del lavado de cerebro de los medios.
Como si esto fuera posible en una lista realmente abierta, es decir, en la que todo el mundo puede opinar.
Muchos se han sorprendido o molestado al ver personas ideológicamente enfrentadas en la misma lista, pero con paciencia se verá que esto no se resuelve con ideología sino con método. Quién queremos para hacer qué.
También están descontentos los que creían que explicar muy bien un procedimiento sería suficiente para que todo el mundo lo entiendiera y no opinara sin haberse esforzado en entender los objetivos del trabajo ajeno.
Cierto, hay propuestas que a cada uno de nosotros nos pueden parecer despreciables. ¿Y entonces qué hacemos? En una sociedad mediatizada, ¿dejamos que sean los cuadros de partido los que nos digan de quién nos debemos fiar?
Con paciencia se verá que esto no se resuelve dejando que nos lo hagan sino por nosotros y con método. Quién queremos para hacer qué.
Por otro lado nos alegramos de no haber decepcionado a quienes sabían que verían reflejada la transversalidad y la complejidad de una sociedad muy diversa en la que viven, opinan, votan y, con un poco de suerte, construyen, personas muy diversas.
De ingenuos sería no haberlo previsto.
No hemos decepcionado a los que saben que esto es lo que hay y que si queremos crear una democracia nueva, de la ciudadanía, debemos trabajar a partir de saber lo que hay y no a partir de lo que nos gustaría que hubiese.
Pensamos que debemos darnos herramientas para encauzar la toma de decisiones reduciendo el disenso y el desconocimiento y aumentando el consenso; debemos hacer posibles y no enfrentar los deseos de una sociedad inmensamente diversa que debe conseguir la madurez suficiente para reconocer unos mínimos sobre los que construir una convivencia democrática.
Las personas que han optado por leer detenidamente la propuesta de proceso de creación de las listas abiertas ciudadanas, sabrán que el proceso sirve para visualizar esta dificultad y para plantear que, a través del trabajo y de los hechos concretos alrededor de objetivos concretos, esta cuestión se puede resolver.
Cuando hemos entrevistado a las personas que han impulsado leyes de transparencia y participación en países con una democracia más avanzada, todas cuentan lo mismo: al principio mucha gente está como loca, utiliza los cauces para insultar, para hacer pruebas, sin pensar en los objetivos y solo para comprobar los límites. Por temor a lo desconocido y novedoso, se ataca como defensa antes que darle una oportunidad al cambio.
Así ocurrió por ejemplo con los presupuestos participativos que ahora forman parte de la normalidad ahí donde se vienen aplicando desde finales de los 90.
Es un poco lo que está pasando. Se juega con lo nuevo, se prueban sus límites. Algunos siguen en una actitud a la FaceBook, como si la democracia fuese decir «me gusta» o «no me gusta» según el humor del día. No todos los que están comentando se lo han mirado sosegadamente y han entendido que se trata de proponer personas que puedan defender un programa y cumplir con un cometido.
Exactamente lo que criticamos en los partidos.
Pero no lo vemos cuando tenemos la oportunidad de ponerlo por delante.
Pero no podemos no contar con esto. Sería un ingenuidad no haberlo tenido en cuenta. También los que han venido a destruir son parte del proceso y son indispensables para probar la robustez del método.
Lo que sí podemos decir es que en proporción quienes han participado aportando información valiosa han sido la gran mayoría. El resultado hasta ahora lo demuestra.
Las personas que tengan la paciencia de seguir esta experiencia novedosa intentando entenderla y sin prejuzgarla según los patrones antiguos, tendrán la posibilidad de ver si haciendo las cosas de forma diferente, sin dejarse asustar por el revuelo que siempre produce la novedad, se consiguen resultados diferentes.
Para nosotros la democracia no es pensar todos de igual manera, sino aprender a convivir en la diferencia. No se trata de crear bandos o de excluir gente, sino de darnos unos mínimos para poder actuar y defender los bienes comunes y necesarios para poder existir como sociedad.
¿Cómo conseguirlo? Pensamos que con el trabajo y hablando desde lo concreto.
En esta primera fase, cualquier ciudadano ha podido nominar cualquier otro. Algo así pasa en otros contextos, por ejemplo en la Wikipedia, en la que alguien puede hacer un perfil de alguna persona que considera de relevancia pública; o en casi todos los concursos, desde los Nobel a otros más de ir por casa. Ciudadanos proponiendo a otros según unos requisitos.
Pedimos sinceramente disculpas a las personas que se han molestado. Piensen que en los pocos minutos u horas en las que han aparecido en una lista donde otros ciudadanos les han propuesto como personas valiosas para cambiar el rumbo de la situación – utilizando solo información que ya era pública sobre ellos – han servido para dar vida a un experiencia en la que también queremos resolver el por qué la gente valiosa no quiere dedicarse a la política y quién es realmente valioso para ello.
A los que de buen grado han entendido la intención y, aunque finalmente no acepten presentarse como candidatos, les agradecemos inmensamente haber facilitado nuestros esfuerzos en la medida de sus posibilidades.
Estas personas han recibido este texto con 12 horas de antelación respecto a su publicación.
Para nosotros no se trata de hacer unas primarias abiertas. Esto sería más la lista 0B: personas avaladas por la Red a las que se pide dar un orden según quién te guste más.
Se trata de crear unos cauces para que la ciudadanía pueda encontrar las personas más idóneas para un cometido.
Algo diferente.
Ahora pasamos a la fase 2.
Es responsabilidad de todos ponderar según un objetivo y no según cómo nos cae una u otra persona.
Recordamos que esta no es la votación. Tampoco es un concurso de popularidad y por esto no mostraremos puntuaciones de ningún tipo para no influir criterios ni plantear una competición.
La votación se efectuará en la fase de Fogueo al que se prestarán las personas que acepten ser candidatas y se realizará por los usuarios de la Red Ciudadana Partido X.
Aquí, hasta el día 9 por la mañana, quien quiera podrá hacer llegar su ponderación respecto a las personas de la página en la sección Lista 0A que le parezcan más adecuadas para defender esta hoja de ruta de 174 páginas y este programa adaptado a las europeas y, también muy importante, que le parezcan que sepan trabajar en equipo para el bien común y puedan desempeñar el difícil papel de eurodiputados con todo lo que conlleva.
Después de esto pasaremos a contactar a las personas restantes y preguntarles si les interesa plantearse representar la ciudadanía en el parlamento europeo, pasaremos a verificar los requisitos y seguiremos con todo el procedimiento ya indicado en el calendario.
¿Queremos seguir con lo que tenemos? ¿Queremos los mismos resultados o queremos resultados diferentes? ¿Sobre la base de un método realmente diferente o más de lo mismo aunque con un nombre que suene bien, como Lista Abierta?
¿Queremos una democracia que se pose sobre nosotros desde el cielo? o ¿queremos una democracia con lo que tenemos, una sociedad imperfecta, llena de gente que opina, destruye y propone poco, pero también llena de gente que piensa por sí sola, aprende y sabe, comprende, construye y coopera?
Para seguir pensando sobre todo esto, os dejamos este texto del profesor de comunicación y sociedad de la información Ismael Peña @ictlogist y esta canción de Leonard Cohen que cuenta como la Democracia llegará de un agujero en el cielo.